(2015) Desubicados

“Desubicados” (2015)
Galería H2O (Barcelona)
 
Sin abandonar la utilización que hacemos de los objetos cotidianos, habitual en nuestro trabajo como díez+zeíd, en esta ocasión dichos elementos no han sido intervenidos, combinados o manipulados para generar nuevas lecturas o interpretaciones de los mismos; en esta ocasión simplemente han sido "desubicados", desplazados del ámbito donde normalmente cobran todo su sentido, habiéndonos acercado de alguna manera al campo de la instalación ya que en estas obras el espacio, y más concretamente el vacío que las rodea, posee un valor significante fundamental para su plena manifestación.
En la que se trata sin duda de la más conceptual de nuestras exposiciones hasta el momento, lo que hemos pretendido con estas obras ha sido rendir un homenaje a todas aquellas personas que por diferentes motivos (sociales, económicos, ideológicos…) quedan invalidadas, inutilizadas, anuladas en sus capacidades y potencialidades, ya sean profesionales, afectivas, sentimentales, etc., por las "desubicaciones" de las que hablamos, por el desarraigo y extrañamiento del que son víctimas.
Las migraciones, la exclusión, el racismo, la marginación, el olvido…, y sobre todo las personas que las sufren, se ven reflejados en toda su crudeza en simples cosas, en inanes  objetos que han perdido su significación y sentido pleno por el mero hecho de haber sido “desubicados”.
 
 
Texto de Glòria Bordons sobre la exposición “Desubicados” 
 
Naturaleza muerta
 
díez+zeíd son unos creadores muy originales que provienen del mundo del diseño de producto. Dentro de este campo, han sido siempre originales, esenciales, interesantes, "diferentes"..., adjetivos que corresponden a la definición de "creatividad". Del diseño de objetos "útiles" han pasado a la creación de piezas "inútiles", es decir, a lo que se llama "poesía visual". Uno de sus maestros, claro, es Joan Brossa. En los objetos u obra gráfica que han creado hasta ahora, su huella es evidente, igual que la de Chema Madoz o Nicanor Parra. Los objetos elegidos coinciden muchas veces con los de estos autores: tableros de ajedrez, libros, candados, dados, sombras chinas, etc. Gracias a esta dedicación han ganado el IV Premio Internacional de Poesía Visual "Juan Carlos Eguillor", organizado por la Asociación de Escritores de Euskadi y se han hecho ya un lugar en este tipo de poesía que podríamos decir que está en la frontera.
Otro rasgo los hermana con Brossa, que no quería que se le llamara "artista". En este caso era por el concepto artesanal que el poeta tenía del arte, y también porque todo lo que hacía no era otra cosa que "poesía". En el caso de los hermanos madrileños, es mucho más sencillo: tienen al arte en mucha consideración y prefieren la etiqueta de "creadores". La "idea" es lo más importante, pero, como en Brossa y en Madoz, crean sus objetos con todo detalle y rigor. La manipulación, la destrucción o la combinación con objetos inesperados han sido la base hasta ahora de su trabajo.
Sin embargo, en su nueva exposición “Desubicados” las cosas han cambiado. Hasta ahora, la idea era la de dar otros significados posibles a los objetos que formaban parte de la pieza a partir de una ocurrencia o chiste. Ahora se quiere ir más allá: la desubicación del objeto sirve para crear personificaciones y construir una analogía. Bisagras en las paredes, cámaras que enfocan hacia un rincón, etc. nos recuerdan a símiles humanos. En algún caso la ubicación podría hacer pensar en un object trouvé: la carta en la calle cerca de la alcantarilla. El azar puede ser el mismo por el que una persona ha quedado desplazada y vive en la calle, en los márgenes. Objetos y personas sufren abusos y desplazamientos que los convierten en "inútiles" o "anormales". Ante estas resituaciones el espectador se ve forzado a buscar la analogía sensible, a reflexionar. Una señal de tráfico que nos recomienda ir a 90 en una pared nos puede hacer pensar en que muchas veces nosotros mismos o los demás estamos condicionados por un mundo de reglas absurdas que sólo nos llevan a la inacción. El libro inaccesible anula nuestras posibilidades de alfabetización. Y las puertas que no abren nada ni están colocadas donde deberían estar nos recuerdan cientos de situaciones vitales en las que no hay salida y es muy difícil seguir adelante.
Del guiño inocente sobre la función de los objetos díez+zeíd han dado un salto de trescientos sesenta grados hacia la universalidad que supone el pensamiento sobre la humanidad y la diferencia. Todo depende del color del cristal con que se mire. Como en el poema "Naturaleza muerta" de Brossa:
Siempre voy desnudo; pasa que llevo
la ropa encima. Hago lo que debo, ¿verdad?
 
Glòria Bordons
Barcelona, 6 de junio de 2015
 
“Out of place” (2015)
Galería H2O (Barcelona)
 
Using everyday objects, as is habitual in our work as díez-zeíd, on this occasion said elements are not combined or manipulated to create new readings or interpretations of the same; on this occasion they are simply “put out of place”, moved from the place where they usually make sense, in a similar way as in an installation, where the space, or rather, the hollow that surrounds them, is key to completing their meaning and ultimate being.
 
It is, undoubtedly, our most conceptual exhibition ever, and with these works we have tried to pay tribute to all those people whose abilities or potential, whether professional, emotional, or sentimental, are destroyed, for various reasons (social, economic, ideological, etc.), by these feelings of being “out of place”, by uprooting or alienation.
 
Migration, exclusion, racism, marginalisation, oblivion, and mainly the people suffering them, are reflected blatantly on simple things, futile objects that have lost their meaning due to the fact of being “out of place”.
 
Glòria Bordons writes about the exhibition “Desubicados” (“Out of place”)
 
Still life
 
Díez+zeíd come from the field of product design and are very unusual designers. As product designers, they are original, essential, interesting, “different”,... adjectives all forming part of the definition of “creativity”. They have gone from designing “useful” objects to creating “useless” pieces, that is, what is known as “visual poetry”. Obviously, they admire Joan Brossa; his influence, as well as Chema Madoz’s and Nicanor Parra’s, is evident in the objects and graphic work they have created so far. On many occasions they choose the same objects as these authors: chessboards, books, padlocks, dice, shadow puppets, etc. They won the IV International Visual Poetry Contest Juan Carlos Eguillor, organized by the Asociación de Escritores de Euskadi (Basque Country Writers Association), and they have a place for themselves in this kind of hybrid poetry.
 
Brossa did not like to be referred to as “artist”, because he had a concept of art as something artisanal, and also because everything he did was nothing but “poetry”. In the case of the brothers from Madrid, it is much simpler: they have a great respect for art and prefer to be called “authors”. The most important thing is the “concept” but, as Brossa and Madoz, they create their objects rigorously and to the last detail. The manipulation, destruction or combination of unexpected objects has been the basis of their work so far.
 
However, with their new exhibition “Out of place”, things have changed. So far, the concept was to give the objects forming part of the piece other possible meanings based on a witticism or a joke. Now they want to go beyond: the act of putting the object “out of place” has the purpose of creating embodiments and forming an analogy. Hinges on walls, security cameras pointing to a corner in a room, etc. evoke human comparisons. In certain cases the location might suggest an objet trouvé as in the card on the pavement close to a sewer grate. Some people can find themselves displaced and homeless also by chance. Objects and people suffer abuse and exile which make them “useless” or “abnormal”. Confronted to these “relocations”, the visitor is forced to find a sensitive analogy, to reflect on them. A traffic sign recommending a speed of 90 km/h on a wall may suggest that most of the time we are determined by a series of absurd rules leading us to non-action. An inaccessible book negates our chances of literacy. And doors which lead nowhere or are out of place suggest hundreds of situations in life where there is no way out and it is very hard to move on.
 
Díez+zeíd have made a 360 degree turn from playing innocently with the object’s function to the universality entailed in thinking about humanity and difference. Everything depends on the eye of the beholder. As Brossa said in his poem titled “Still life”:
 
I always go naked; the thing is
I put clothes on. I do the right thing, don’t I?
 
 
Glòria Bordons
Barcelona, 6th of June 2015