Diseño y compromiso social

Como diseñador, pienso que nuestro trabajo cotidiano va mucho más allá de la formalización de nuevas realidades gráficas, de la conformación de nuevos, y en muchos casos prescindibles, productos de consumo, de la mera definición estética de espacios; como profesionales comprometidos con la sociedad en la que desarrollamos nuestro oficio debemos evaluar críticamente las actuaciones que desde nuestra propia actividad se generan, así como el uso inadecuado que por su parte hagan nuestros clientes.

Por ello, desde una óptica fundamentalmente educacional, deseo denunciar el uso políticamente incorrecto que Metro de Madrid está haciendo en la señalización de determinados vestíbulos; sobre los accesos de las zonas destinadas a la entrada y salida de usuarios con diferentes impedimentos o condicionantes podemos ver cuatro pictogramas; uno de ellos es el universalmente destinado a los minusválidos; los otros tres corresponden,  en primer lugar a una persona con un carro de la compra, otra acompañando a un niño y la tercera a una con un carrito de bebé; curiosamente estas tres figuras representan mujeres.

Creo que por supuesto la intencionalidad a la hora de diseñar este panel informativo no ha sido la de trasmitir valores sexistas; lo que sí pienso es que el diseño, una de cuyas componentes fundamentales es la comunicacional, puede y debe ser utilizado como vehículo de valores y mensajes que enriquezcan y mejoren nuestras sociedades.

¿Nos encontramos ante una oportunidad perdida de utilizar el diseño como transmisor de dichos valores? ¡Esperemos que no!